Genoveva le comparte una reflexión a su médico sobre la autoestima
Luego de sufrir el cáncer y vivir el duelo de Benjamín, Genoveva hace cambios en su vida, incluso viendo de manera diferente su cuerpo.
Desde que Genoveva supo de su cáncer, le había costado por mucho tiempo aceptar su realidad, pues no concebía en su vida ser una mujer incompleta, incapaz de poder encantar a su pareja y aceptarse tal cual como el destino lo había decidido.
Durante ese tiempo, su autoestima se había visto golpeada por verse al espejo y encontrarse con una mujer completamente distinta a la que acostumbraba ver, incluso, esto llegó a afectar su matrimonio pues no aceptaba que su esposo la volviera a ver.
Genoveva decide aceptar su cuerpo
Luego de pasar por sus quimioterapias y afrontar la pérdida de su esposo, Genoveva vive una transformación de visión y personalidad en su vida, pues ahora valora con mucha atención la importancia de vivir, reflexión que siempre le ha dejado clara a sus amigas.
Ante este cambio, Genoveva vuelve a su cita de control junto a Violeta, pues ya recuperada, su médico le afirma que es posible operarla estéticamente, no obstante, la valiente mujer le dice a su médico que quiere posponer la operación, pues ahora se siente mejor y se ama como es.
No obstante, el médico asombrado por su decisión, le afirma que esto es para mejor su autoestima, pues “los senos es lo más importante para una mujer” a lo que responde Genoveva que, debe respetar las decisiones de sus pacientes, pues ellas son las que deciden que es lo que mejor las hace sentir mejor.
Violeta apoya a Genoveva en su decisión
Luego de salir del consultorio, Violeta felicita a Genoveva por sus palabras y le hace entender que siempre contará con ella para lo que necesite. Además, Genoveva le plantea que no necesita de eso para seguir adelante, despertando las dudas de su amiga.
Y es que no es para menos, Violeta es el apoyo de sus amigas, pero en este caso, sospecha que su abnegada amiga tiene un secreto, mejor dicho, sospecha que su amiga tiene un enamorado del cual no ha querido hablar.