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Su vida son las redes sociales y crear contenido desde su habitación que parece un estudio de televisión, gracias a lo cual ha aumentado su número de seguidores y ha ganado un dinero nada despreciable.
Florencia sueña con convertirse en una influencer famosa, por lo que jamás descuida su apariencia física, al punto de que a veces se ve tan perfecta en la vida real, que parece retocada por una aplicación.
Su popularidad virtual la ha hecho igualmente popular en el colegio en el que cursa el último grado con calificaciones mediocres, lo que le ocasiona conflictos con Horacio, a quien manipula con sus pataletas.
Ana es paciente con su hija y se esfuerza por comprenderla, pero Florencia no permite que se acerque sino cuando necesita algo de ella. No se lleva bien con Emma, quien ve con sarcasmo su “oficio”, y con Pedro se entiende, siempre y cuando no opine sobre su vida.