Bajo la Mira | Capítulo 3 de julio | Perdidos en el Bronx
Esta temida zona del centro de Bogotá, arrastró a cientos de personas que consumidas en su adicción entraron en una red de delincuencia.
Lo que antes eran ollas, prostibulos, lugares ilegales de trata de personas, entre otros, hoy no es más que un terreno baldío que quizás algún día se convierta en un lugar para compartir tiempo en familia.
Una zona que tiempo atrás fue gobernada por los males del basuco, el diablo que consigo se lleva vidas, hijos, hermanos y padres de familia manipulado por la red más grande de narcotráfico que ha existido en el país.
¿Qué historia hay detrás de estas personas que escojieron vivir en precarias situaciones? En ocaciones, se conocen casos de jovenes que, por desgracia, nacieron en una familia en la que mamá y papá están sumergidos en el mundo de la droga. Es este panorama el que termina acabando con la vida de los pequeños, pues el consumir estupefacientes se convierte en una actividad en familia que inicia con el Boxer y luego evoluciona a otro tipo de alucinógenos.
Y es que no es de extrañarse, a la hora de la verdad, dichos menores de edad son víctimas del mundo y entorno social en el que nacieron. Un caso no muy diferente de aquellas personas que cegadas por el placer momentáneo de este monstruo escogieron la calle como su hogar sin darse cuenta.
Según investigadores de las autoridades, las personas que se convirtieron en habitantes de calle por la drogadicción no son los culpables de estar en ese estado, pues a través de su sed de consumir, al menos una dosis, son manipulados por la red de narcotráfico que desde años atrás ha crecido como un virus que se ha apoderado de miles de personas mediante los hilos del Basuco.
Su red de delincuencia iba más allá del consumo, pues los incitaba a hacer lo que fuese necesario para poder conseguir la dosis: desde robar a vehículos estancados en el difícil tráfico de la avenida Caracas en hora pico, hasta atracar a mano armada a peatones de la zona.