Así fue como Alfredo de la Fe obtuvo su primer violín

La salsa es uno de los ritmos que más se escuchan en nuestro país. Plagado de instrumentos de percusión, este género nos pone a bailar en cuanto empezamos a escucharlo, sin embargo, un instrumento de cuerdas se ha hecho protagonista el ritmo que llegó de Cuba, gracias a Alfredo de la Fe.

Este cubano, todo un aventajado en la interpretación del violín, nos acompañó en el set de Buen Día Colombia para contarnos detalles de su carrera musical y cómo nació su amor por este hermoso instrumento.

Alfredo nos contó que a los dos años fue la primera vez que vio un violín, sin embargo, al verlo a través de televisión, pensó que era un instrumento que no existía, y solo aparecía en la pantalla, producto de la magia de esta.

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A los cuatro años, caminando por la calle de Obispo, en Cuba, volvió a ver el instrumento en una tienda de música. Sin embargo, fue hasta dos años más tarde, cuando su padre, el primer cantante de habla hispana, que canto en la escala de Milán, regresó a Cuba con un violín sin cuerdas ni arco, que había encontrado en una caneca de la capital de la moda.

Sin embargo, que el violín estuviera incompleto, no fue impedimento para que él se enamorara de él, y fue este amor, el que hizo que Celia Cruz le regalara las cuerdas y el arco, no sin antes, comprometerlo a que llevara la música de su tierra, y su legado, por todo el mundo.

Desde ese momento, Alfredo ha recorrido más de 90 países, llevando el sabor de la salsa por todo el mundo, a través de su violín, mismo amor que, en algún momento de su vida, le significó ser expulsado de Juilliard, en Nueva York, por no tocar música clásica.

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