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La constancia, el amor y el sacrificio son las principales características de una mujer que tiene la capacidad de desprenderse de su propia felicidad por ver sonreír a los suyos. Es la madre de Celia.
Ollita sabe perfectamente que Simón no es un dechado de virtudes, pero como buena mujer educada en un mundo de hombres, entiende que su hogar gira en torno al rey de la familia y lo trata como tal, sin dejar de lado que si hay un rey en la casa, sus hijas deben ser la princesas.
En el fondo es alcahueta de sus hijas y aprovecha las largas ausencias de su esposo para darles gusto en lo que ellas quieren siempre y cuando esté a su alcance complacerlas.
Ollita carga dentro de su cuerpo una enfermedad silenciosa a la que no le ha dado importancia para evitar que sea un problema para los suyos y cuando es inevitable ocultarla, sabe asumirla con fuerza y coraje, porque ella no se deja reducir ni en los peores momentos.