Cuatro Caminos | Capítulo 102 | ¿Justicia vencida?
Fabian Masías, un joven sordo mudo, al parecer es el presunto responsable del asesinato de la joven de 13 años, Lucía. Pero este está en libertad por vencimiento de términos.
El vencimiento de términos es un beneficio que reciben los procesados cuando no se defienden a tiempo sus procesos. Esto podría dejarlos en libertad, y al tempo ser la causa de más tragedias para las familias de las víctimas.
El equipo de 4 Caminos, viajó hasta Boyacá, lugar donde Lucía una menor de 13 años fue asesinada mientras dormía. ¿Su agresor? Está en libertad y, además, vive muy cerca de la familia de la menor.
“Los gritos de mi hija me despertaron, salí corriendo, abrí la puerta y preguntaba por Lucía. Ella me extendió sus brazos, pero ella cayó al piso”, esto es parte del desgarrador testimonio de su abuela, Cecilia Hernández, quien la encontró en su cuarto sin vida.
El pasado 26 de junio de 2017 se apagó la luz de Lucía, quien era el alma de su casa, una niña muy risueña, alegre, carismática. Así la recuerda Ángela Tristancho, su madre, quien no puede hablar de ella sin que se le haga un nudo en la garganta.
Pero la tarde del 25 de junio del 2017, todo cambió. Aunque el día transcurrió normal, Lucía leía sus libros, comió las delicias de su abuela, todo con normalidad. Pero al caer la noche, a las 8:30 pm, el perro de la casa empezó a ladrar, esto alarmó a su abuela, quien de inmediato se puso a ver qué estaba pasando, pero no vio nada extraño.
La pequeña decidió irse a dormir, y fueron sus gritos los que acabaron con la paz de esa noche.
Su abuela salió corriendo, tomó un palo, empujó la puerta, encontró corriendo, estaba todo oscuro, “grité por ella, ella salió, me dio sus brazos, me miró fijamente, no me decía nada. Se desmayó, caímos al suelo juntas”, lo recuerda intacto su abuela.
La llevaron al hospital muy cercano, su madre y toda la familia tenía fe, pero no salió con vida del quirófano. Su vida se apagó para siempre.
La pequeña no presentó abusos, ni ninguna agresión, parecía una especie de venganza que pudo cometer Sebastián Masías, un joven sordo mudo que merodeaba el barrio. Según su abuela, le gustaba merodear las ventanas de las casas, pues él era vecino de la familia, de Lucía y ahora el presunto responsable de su asesinato.