Capítulo 55 | 12 años de tortura

Lina María Lemus fue víctima de toda clase de maltratos por parte de su esposo, Robinsón Echeverry, quien, aunque trató de deshacerse de ella, no logró su cometido.

La historia de amor empezó en el año 2007, cuando Lina se enamoró de un soldador que con detalles y atenciones se encargó de conquistarla. El hombre, que le llevaba 22 años de diferencia, siempre buscaba hacerla reír.

Aunque Lina María apenas tenía 14 años, los problemas en su casa con su abuela y con su familia, hicieron que tomara la decisión de irse a vivir con él, aunque aún no había terminado su colegio.

Robinson siempre se mostró como un hombre dulce, hasta que tres meses después de estar compartiendo su vida, cambió. Su relación se convirtió en una situación difícil porque unos días era bueno y luego dejaba de serlo.

El cuento de hadas convertía al príncipe azul en el verdadero monstruo de la historia. Por miedo a las reacciones de sus familias, Lina prefirió no denunciar las agresiones. Según relató, él siempre la agredía verbal y psicológicamente cuando tenían problemas financieros.

Con el pasar de los años, y ya con 18, Lina quedó embarazada de su primer bebé y con esto llegó una luz de esperanza. El nacimiento del pequeño generó un cambio positivo en su pareja, aunque la felicidad no duró mucho tiempo.

Al ver que ella era la madre de su heredero, llegaron nuevas prohibiciones de su parte. Robinson le ordenó que no volviera a ver a su familia, ya que sus hijos y él eran todo lo que ella necesitaba.

Pero la vida de los dos dio un nuevo giro cuando Lina conoció a un hombre en el trabajo que él le consiguió. Al darse cuenta de la traición, Robinson se armó con un cuchillo y la apuñaló. En el hospital, ella no tuvo más remedio que mentir para evitar repercusiones.

Así, todas las veces que él la agredió quedaron sin registro, ya que ella no acudió a las autoridades. Incluso, existe el antecedente legal de una relación sexual con una menor que se fugó de la custodia del Instituto Distrital para la Protección de la Niñez y la Juventud (IDIPRON), donde él trabajaba.

Todos los amigos y familiares de Robinson niegan las declaraciones de Lina porque nunca vieron ese tipo de actitudes. Lo describieron como un hombre amable, feliz y cariñoso con su pareja. ¿Cómo terminará esta historia?