Dejémonos de Vargas | Capítulo 54 | Camila siente la corrupción cerca
La joven le cuenta a su padre que en la escuela de fútbol el nuevo director está cobrando por dejarlas jugar.
Camila sigue animada en la escuela de fútbol, pero a ella llega un hombre inescrupuloso que les cobra por no dejarlas en la banda. Aunque ella pelea por la situación con la directora técnica de siempre, ella le cuenta que está atada de pies y manos al respecto.
Alejandra ayuda a las mujeres y las ubica en el apartamento de Mateo, esto hace que el hombre piense, con información errónea de Alejandra, que Valentina sigue interesada en él. De esto se da cuenta Ramón quien le reclama a su esposa por ocultarle la situación, por lo que ella tiene que pedirle disculpas.
Al apartamento llegan muchas flores por cuenta de Mateo, cuando Valentina en compañía de Agustín Julio y Yennifer, se desponía a sacarlas, Ramón se da cuenta. Entretanto Agustín busca por varios días a su compañerita en el apartamento, ella no entiende la insistencia, finalmente el astuto joven se presenta con un arreglo floral que le habían dado a su mamá y logra un beso de su amor platónico.
En la escuela Camila logra convencer a su directora de dejarse ayudar por su papá, es por eso que se pone a la tarea de desenmascarar al corrupto hombre grabándolo cuando este le hace el ofrecimiento. Ramón tiene el material y publicará la investigación completa en el periódico.
La tía Lucy sigue de coqueteos con Miranda quien la lleva en su bicicleta a la casa, por otro lado, ella le da unas trufas y casi lo intoxica pues él es alérgico al chocolate. Valentina ve con preocupación que no puede cumplirles a las mujeres con su promesa de mercados, pero Yennifer la salva a ella y a su socia con una donación de Aposentos Tuta, su pueblo.
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