Agustín Julio quiere sorprender con su aplicación del “amor”
Agustín Julio está convencido de que su proyecto de tecnología revolucionará la forma cómo las personas ven el amor.
Cuando Agustín Julio habló de querer estudiar tecnología o informática a sus padres, no lo dijo por simple juego o por querer sorprender a Mariana, ya que el ocurrente adolescente ha demostrado que sabe de diseño de aplicaciones, pero también del amor.
Ante el ingenio por los aires, Agustín crea una aplicación llamad “Ariana” la aplicación del amor, la cual tiene como objetivo decirle a la persona que la usa qué posibilidades tiene de ser compatible con la persona que quiere, respondiendo una serie de preguntas que ayudarán a hacer un porcentaje de compatibilidad.
El invento de Agustín Julio no convence a su rector
Aunque para el joven, el ingenioso invento revolucionará la forma de ver el amor, para el rector del colegio no lo es, pues considera que su proyecto de tecnología carece de interés y profundidad, algo que lo deja consternado pues piensa que es una gran aplicación.
Ante la negativa del rector, Agustín Julio asiste con su terapeuta quien le propone que presente su proyecto con bases para que pueda convencer tanto al rector como a los profesores, y como esta es una motivación del joven, se propone hacerlo.
El proyecto de Agustín Julio y su ingeniosidad
Con las ocurrencias que lo caracterizan, Agustín Julio se propone presentar su proyecto y convencer a los docentes y su rector que esta aplicación es tan útil como cocinar, allí empieza por explicar de que se tratan las preguntas y cuáles son los resultados.
Luego de presentar su propuesta, el rector lo busca y le manifiesta cuánto le cambio la percepción del amor por su presentación, dejándolo confundido. Pero su terapeuta, le anuncia que ha dejado sorprendidos a todos por lo que su cupo está asegurado para participar en la feria de tecnología, una noticia para el Vargas menor.
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