Ramón y un tatuaje que no tiene comparación
El esposo Vargas parece que tiene todo para convencer a Valentina ocultando sus miedos.
Después de llegar de su particular retiro, Valentina y Ramón quisieron empezar de nuevo luego de varios momentos difíciles en su relación, pues bien empezaron a planear cómo iban a celebrar su aniversario y es allí donde la creativa Yennifer, les dejó claro que una forma de enmarcar su amor es por medio de tatuajes. Y es que la joven sí que tiene muchos novios que han pasado por su vida, mostrándoles una cantidad de tatuajes con particulares nombres en su espalda.
La bella Valentina ve con sorpresa cómo su empleada hace esa recomendación que de inmediato Ramón aprueba. Por eso el jefe del hogar Vargas se decide a hacerse un tatuaje en honor a su amor con Vale.
Pues bien, en todo el día tanto Valentina pone a consideración esa idea con su tía Lucy mientras que Ramón hace lo propio con su inseparable amigo costeño, quien está un poco digno por no verlo por días. Pues bien, Ramón decide tatuarse y aunque llama a Valentina para convencerla de hacer lo mismo, pero ella realmente no lo hará y es clara con él.
Como era de esperarse Vargas va a hacerse un tatuaje con su amigo, pero esa valentía que llevaba hasta ese momento se redujo a la mínima expresión. Al llegar a casa Ramón se decide mostrarle lo que según él es un gran tatuaje y haciendo esa parodia del supuesto dolor, Ramón muestra su espectacular tatuaje de 'un agujero negro'.
Por supuesto el imperceptible tatuaje de Vargas, hace reír y sorprende a Valentina quien no le cree una sola palabra. Todo esto lo hace Ramón para ocultar algo que siempre sabía en el fondo, sus miedos. Y es que el reflejo de Ramón es su hijo Agustín Julio, quien también llega a expresar que no pudo tatuarse del miedo.
Estas ocurrencias de padre e hijo sin lugar a dudas son divertidas y sólo pasan en esta mágica historia que tenemos todos los domingos para ti en el Canal RCN, Dejémonos de Vargas.
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