¡Audacia, resultados y presión! Sebastián Montoya hace un balance de su camino a F1
El hijo de la leyenda Juan Pablo Montoya ha demostrado valentía en las competencias de la categoría F3.
En el mundo del automovilismo, Sebastián Montoya se ha convertido en uno de los nombres más prometedores. Aunque su primer campeonato completo de F3 no alcanzó los resultados esperados, el joven piloto ha sido nominado al mejor momento del automovilismo en este 2023 por un impresionante adelantamiento en el Gran Premio de Austria.
El hijo de la leyenda Juan Pablo Montoya ha demostrado valentía y audacia en las competencias, pero también ha experimentado momentos de frustración debido a metas no alcanzadas. A pesar de ello, Sebastián ha mantenido la serenidad y ha valorado las lecciones aprendidas durante el año.
"Si no estás ganando en todas las carreras no es suficiente": aseguró Sebastián
En su primera temporada completa de F3, Montoya finalizó en el puesto 16, lejos de su objetivo de terminar en el top 10. Esta situación ha generado frustración, tanto que confiesa no saber qué responder a su padre, quien lo ha alentado a no conformarse con nada y le ha recordado constantemente su talento: "nunca estoy satisfecho con los resultados que obtengo. Al final del día, todos los pilotos quieren ganar y si no estás ganando en todas las carreras no es suficiente".
Sebastián reconoce en entrevista para Andrés Balaguera de El Tiempo, que ha enfrentado obstáculos durante el año, como fallos mecánicos, errores propios y accidentes que han limitado su rendimiento. A pesar de ello, valora las experiencias vividas y se enfoca en convertirse en el mejor piloto posible para asegurar su lugar en la Fórmula 1 en un futuro.
Montoya tuvo un episodio esta temporada en la radio: "Lo último que yo quiero ser es una estrellita de televisión"
El joven piloto está evaluando opciones para el próximo año, considerando cambios de equipo y buscando un coche más rápido y consistente que le brinde mayor comodidad en las clasificaciones. Confía en que, con la velocidad demostrada este año, podrá luchar por el campeonato en el 2024.
Sebastián también habla sobre la presión a la que se somete a sí mismo, reconociendo que es superior a la que cualquier otra persona podría ejercer sobre él. Su confianza en sus habilidades es innegable, pero también es consciente de la importancia de contar con un coche competitivo para obtener buenos resultados: "La gente se olvida que cuando uno está en el radio uno no quiere hacer show. Uno está en el momento, uno no piensa que lo van a pasar por TV. A mí se me olvida que lo pasan… uno está ahí para correr. Lo último que yo quiero ser es una estrellita de televisión".
En cuanto a su relación con su padre, Sebastián confiesa que ya no sabe qué decirle. Reconoce sus propias habilidades, pero también se siente desafiado a hacerlo aún mejor. El automovilismo es un mundo complejo y exigente, en el que cada detalle puede marcar la diferencia en los resultados: "Mi papá me enseñó que nunca es suficiente. Yo siento que de pronto lo estoy haciendo bien, pero quizá puedo hacerlo mejor. Así de complicado es esto".
Sebastián Montoya continúa preparándose y trabajando arduamente para convertirse en un piloto de élite. Su determinación y pasión por el automovilismo prometen un futuro brillante en este apasionante deporte.