Final de la Copa Libertadores sufriría cambios ¿Qué pasa con el Maracaná?
Hay dos situaciones que complicarían el desarrollo del juego en este estadio.
Boca Juniors y Fluminense / AFP
En Brasil sostienen que se podría cambiar de sede la final de la Copa Libertadores entre Boca Juniors y Fluminense. El estadio Maracaná está siendo cuestionado por la Conmebol debido al mal estado del campo de juego. Ante esta situación, se plantea la posibilidad de mover el partido a otro estadio.
Según el medio brasileño Jornal O Globo, existe una alta probabilidad de que se lleve a cabo el cambio de sede para el partido que se disputará el 4 de noviembre a las 17 horas. El principal motivo es el estado lamentable del terreno de juego, el cual ha generado preocupación en los últimos días tras viralizarse imágenes en redes sociales.
Problemas con la cancha del estadio Maracaná
Sin embargo, hay otros factores que también pueden influir en esta decisión. Por un lado, el club Flamengo, que también utiliza el Maracaná como sede, no quiere resignar su partido contra Bragantino el próximo 28 de octubre. Por otro lado, se menciona que la directiva de Flamengo ha solicitado más entradas para la final de la Copa Libertadores que los dos clubes finalistas.
Debido a estas circunstancias, Alejandro Domínguez, presidente de la Conmebol, habría advertido a Ednaldo Rodrigues, presidente de la Federación Brasileña de Fútbol, que si no mejoran las condiciones del campo de juego y no se resuelve la situación con Flamengo, la final entre Boca Juniors y Fluminense podría mudarse del Maracaná.
Este jueves, a partir de las 16:30, se llevará a cabo una importante reunión en la Conmebol para definir si se realizará o no el cambio de sede. Aunque se estima que la final se mantendrá en Río de Janeiro, la incertidumbre todavía persiste.
Flamengo, la tercera parte que complica a su archirrival
Cabe destacar que el estadio Maracaná está administrado desde 2019 por una gestión compartida entre Fluminense y Flamengo. Según medios brasileños, este deterioro del campo de juego se debe a problemas políticos relacionados con la licitación del estadio.
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La situación actual es tensa, ya que la cesión del estadio finaliza el lunes 23 de octubre, a solo 12 días de la final de la Copa Libertadores. Esto ha generado una presión política entre la gestión de los clubes Flamengo y Fluminense y la Conmebol.
El desenlace de esta delicada situación se conocerá en las próximas horas, pero lo cierto es que la posibilidad de cambio de sede para la final de la Copa Libertadores está latente.
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