El Chavo del 8 | Capítulos | Don Ramón trabaja como ropavejero
Entre sus pertenencias tiene una bola de boliche que confundirá al señor Barriga.
Don Ramón inicia a trabajar como ropavejero y es cuestionado por Doña Florinda, pues la mujer cree que no es un trabajo digno para las personas. Luego llega el chavo y se muestra interesado por la mercancía que el hombre lleva en su costal, al igual que Kiko.
La presencia de los niños saca de quicio a Don Ramón, quien termina pellizcando a Kiko. Mientras lo hacía es sorprendido por Doña Florinda y para distraerla le comenta que supuestamente le estaba preguntando al pequeño si vendían algo para poderlo comprar.
Más tarde, Don Ramón golpea sin querer al chavo y el pequeño llora, pues el objeto con el que fue golpeado es bastante duro. El hombre desesperado busca entre sus pertenencias aquel objeto y se muestra aliviado al ver que está bien; se trata de una bola de boliche que ha guardado durante mucho tiempo con gran cariño.
Don Ramón le cuenta al chavo que cuando era joven fue el campeón del boliche y le hace una demostración de cómo se juega. Mientras lo hacía, el hombre le pega sin querer a Kiko y le da la bola de boliche al chavo. El niño intenta llevarla a un lugar seguro, pero termina pegándole al señor Barriga.
El hombre le pregunta al pequeño a quién pertenece la bola de boliche y el niño le responde que es de Don Ramón. De inmediato, el señor Barriga decide sacar a Don Ramón del apartamento, pues considera que, si tiene para comprar una de esas bolas, puede pagar la renta a tiempo.
Más tarde, Kiko le pide al chavo que lo ayude a recoger las pertenencias de Don Ramón para llevárselas a su mamá, pero son sorprendido por el hombre.
Finalmente, el señor Barriga enfrenta a Don Ramón y le pide una explicación sobre lo que está sucediendo, pues está indignado con el hombre por no pagarle la renta y comprar bolas de boliche.