Capítulo 231 | El árbol de chabacanos
El chavo decide sembrar semillas de chabacanos para poder vender sus frutos más adelante.
La Chilindrina llega hasta donde su papá para ponerle quejas, pero el hombre no logra entenderle nada debido a que la pequeña no deja de llorar. A raíz de esto, Don Ramón intenta descubrir por qué la pequeña está triste.
El hombre decide preguntarle al chavo, quien le cuenta todo lo sucedido. Resulta que la Chilindrina se puso a llorar porque él no quiso compartirle de sus chabacanos, especialmente porque él fue el que se los quitó.
Más tarde, el chavo juega con la arena de una de las materas de la vecindad sin percatarse que al sacarla de su recipiente ensuciaría a más de uno. En su defensa, el pequeño les explica que intentaba sembrar chabacanos para sembrar árboles y poder vender su fruto más adelante.
Finalmente, Kiko se muestra interesado en lo que hace el chavo y el niño le explica cuál es su plan para tener dinero en el futuro.