El Chavo del 8 | Capítulos | La chirimoya de Don Ramón
Don Ramón tiene una nueva planta, la cual arregla y agrega a su pequeño jardín.
Quico estaba jugando en el patio cuando la Chilindrina entró a la vecindad comiendo una paleta. Al ver a Quico le dijo que, si la dejaba jugar, pero él le dijo que no. Ella aseguró que no le compartirá de su paleta y Quico de vuelta le dijo que no le prestaría sus carros.
El profesor Jirafales llegó a la vecindad a visitar a Doña Florinda, pero ella había ido a la peluquería para a arreglarse. En ese momento entró Don Ramón a la vecindad y se pusieron a dialogar.
Don Ramón le dijo al profesor Jirafales que le habían regalado una planta y que quería saber cuál era su especie; el profesor Jirafales es un experto en botánica por lo que se ofreció a ayudarlo.
En medio de su conversación llegó la Chilindrina para preguntarle a su padre si sabía dónde estaba El Chavo. Ella, en su afán, no saludó al profesor, por lo que Don Ramón le exigió saludarlo.
En ese momento llegó Doña Florinda, y como el profesor tenía en sus manos la planta de Don Ramón, se la obsequió a su amada pensando que eran las rosas.
Don Ramón fue a buscar agua para su planta y cuando salió no la encontró, pues resulta que El Chavo la había tomado para pegarle con ella a Quico.
Don Ramón le dijo a El Chavo que le daría un peso si le regaba agua a su chirimoya (la planta), pero él, con tan mala suerte, se confundió y terminó echándole agua en la cabeza.
Don Ramón fue a buscar tierra para arreglar sus plantas, El Chavo se percató de esto y le dijo que quería ayudarle, pero este solo las arruinó.
Don Ramón le pidió que se fuera a jugar a otro lado, pero El Chavo al irse se llevó el costal de tierra. El hombre le dijo que la devolviera a su lugar, y en su intento, el niño regó toda la tierra en la casa de Doña Florinda.