El Chavo del 8 | Capítulos | La magia de la Bruja del 71

El chavo juega a hacer equilibrio con un palo de escoba que tiene pegado un pocillo sobre un plato en la parte superior. El niño logra llamar la atención de todos los integrantes de la vecindad, quienes le manifiesta que debería trabajar en un circo. Sin embargo, Doña Clotilde lo relaciona con brujería.

Por otro lado, a la vecindad llega Román, el primo de Don Ramón, quien es bastante parecido al hombre. Por esto, Doña Florinda lo confunde y le da una fuerte cachetada por supuestamente molestar a su hijo Kiko. Al recibir el golpazo, el primo de Don Ramón se desquita con el chavo y el niño bota al suelo su caneca de basura.

En ese momento llega Ñoño, el hijo de Don Barriga, y el hombre lo obliga a que recoja toda la basura del suelo. El niño lo hace, pero se queja y para desquitarse tira todo dentro de la casa de Doña Florinda, pero casi es descubierto por Kiko, quien le manifiesta que tal vez la basura que estaba en la caneca la desapareció la magia de la Bruja del 71.

Más tarde, Doña Florinda se entera de que hay basura dentro de su casa y empieza a sacarla por la ventana, pero es sorprendida por Doña Clotilde, quien le dice cochina.

Kiko, Ñoño y el chavo juegan a las escondidas y mientras el chavo cuenta Kiko aprovecha una caja de madera gigante y la utiliza de escondite sin saber que más tarde iba a ser encerrado en ella sin querer. Al pasar un buen rato, Kiko comienza a llorar y Ñoño y el chavo creen que la Bruja del 71 lo convirtió en caja.

Finalmente, Doña Florinda se entera que su hijo fue encerrado en la caja, lo saca de allí y se desquita metiendo al primo de Don Ramón.