El Chavo del 8 | Las historias de horror
La Chilindrina cuenta historias de horror a sus amigos, y esto hará que ellos, al igual que los adultos, crean en espantos.
En la casa de Don Ramón, la Chilindrina y El Chavo están viendo películas de horror.
El Chavo está muy asustado y le pide a su amiga que cambie de canal, pero ella no le presta atención y siguen viendo televisión.
Don Ramón entró a su casa y El Chavo se asustó al punto de que le dio "la garrotera". La Chilindrina le dio un salpicón de agua para despertarlo y de inmediato Don Ramón los mandó a jugar al patio, pues la Chilindrina está castigada y no tiene permitido por su padre, ver televisión.
En el patio, la Chilindrina empezó a contarle historias de horror a El Chavo, pero él no quería que mencionara nada de esto. Sin embargo, ella siguió con su relato. Quico salió de su casa y los vio, se acercó a ellos y de nuevo a El Chavo le dio "la garrotera".
En la noche, la Chilindrina se reunió con El Chavo para seguir contando historias de horror. Con cada palabra y frase, El Chavo se asustaba cada vez más.
Quico, quien estaba solo en casa, salió al patio para ver si su madre ya venía. Don Ramón se ofreció a cuidarlo mientras ella no estaba.
En ese momento, a la Chilindrina se le ocurre jugar a los fantasmas para asustar a Quico. Doña Florinda cae desmayada al ver “un fantasma”, pero luego se entera de que en realidad era El Chavo quien estaba disfrazado.
Don Ramón, desde la ventana de la casa de Doña Florinda, le quitó la sábana que lo cubría sin que se diera cuenta y se la puso para espantar a El Chavo, a quien luego de ver “el fantasma, le dio "la garrotera".
FInalmente, la Chilindrina sacó una máscara terrorífica de su casa y cuando varias personas de la vecindad la vieron, cayeron al piso desmayados del susto.