El Chavo del 8 | Los insectos y las palomitas de maíz
El Chavo deposita en una bolsa varios insectos que cazó en la vecindad.
Don ramón está buscando a su hija, sale al patio y allí se encuentra con Doña Clotilde, quien le comenta que le tiene preparada una sorpresa. Se trata de varios pastelitos que le ha hecho con amor.
Cuando se va, aparece la Chilindrina y Don Ramón aprovecha para pedirle la plancha para organizar su ropa.
La Chilindrina se la prestó a El Chavo para aplastar lombrices, y mientras él hacia esto, le pegó en el pie a Doña Florinda.
Don Ramón de inmediato fue a quitarle la plancha al Chavo, pero en el intento con la plancha fue golpeado en ambos pies. Doña Florinda pensó que Don Ramón se estaba burlando de ella cuando empezó a caminar cojo y le dio una cachetada.
El Chavo astaba matando con gasolina los insectos que cazó. Además, le enseñó a la Chilindrina cómo hacía esta labor. Quico llegó en ese momento con una bolsa con palomitas de maíz. El Chavo fue al otro patio y dejó sus insectos con la botella de gasolina juntos, Quico pensó que era limonada y bebió de esta.
Quico botó la bolsa de palomitas de maíz en el patio, El Chavo la alzó para echar sus insectos, pero la Chilindrina después de unos minutos se acercó, le quitó la bolsa pensando que eran palomitas y se las comió.
Cuando se dio cuenta de que eran insectos fue a decirle a su padre, este no entendió nada de lo que decía su hija, pues estaba llorando desconsoladamente.
Don Ramón también probó los insectos. Cuando salió al patio para averiguar de quién eran, Doña Clotilde salió de su casa con la torta, se la ofreció y luego le agradeció por el regalo.
Don Ramón se fue para su casa y Doña Clotilde se quedó con el paquete de insectos. Sin saber de qué se trataba se los comió, y al sentir el horrible sabor, vio dentro de la bolsa y se desmayó al ver que eran animales.
En la casa de Don Ramón, el hombre les pidió a los niños que lo ayudaran a planchar la ropa. La Chilindrina le pidió a El Chavo que probara si la plancha estaba fría o caliente, este le pasó la lengua pensado que era esa la manera correcta.
Doña Clotilde hizo más pastelitos para Don Ramón, y junto a El Chavo y a la Chilindrina se los comieron.
Doña Clotilde le dio un cigarrillo a Don Ramón para cuando acabara de comer, pero el hombre antes de encenderlo tomó lo que parecía ser gaseosa, pero en realidad era un poco más de gasolina.