El Chavo del 8 | Los pececitos de colores
La Chilindrina y Doña Florinda tienen nuevas mascotas, pero ambas empiezan a discutir por el cuidado de los animales.
Doña Florinda llega a la vecindad después de unas compras y se percata de que su canario no está en la jaula, ella le pregunta a El Chavo qué está pasando, pero él no sabe nada.
La Chilindrina sale abrazando “algo” acobijado con una manta, Doña Florinda cree que es un gato, pero en realidad son unos peces de colores que le regaló su bisabuela.
En ese momento llega Ñoño y queda encantado con los peces de la Chilindrina, ella le dice que va para su casa porque escuchó que en la vecindad hay un gato y quiere cuidar a sus nuevas mascotas.
Minutos después llega el profesor Jirafales con un regalo diferente para Doña Florinda. Se trata de un tierno gato.
Al principio Doña Florinda no estaba muy emocionada con el animal, pero luego le tomó mucho amor. Después de unos días, la Chilindrina enojada fue a la casa de Doña Florinda a decirle que su gato se estaba comiendo sus pececitos de colores y por esa razón quiere acabar con su vida.
La Chilindrina estaba en su casa junto con El Chavo y Ñoño estudiando sus apuntes de la escuela, cuando ella se dio cuenta de que faltaba otro de sus pececitos de colores. Sin pensarlo dos veces tomó un palo y se encaminó a buscar el gato de Doña Florinda.
El Chavo y Ñoño fueron de inmediato detrás de la Chilindrina, después de unos minutos ella volvió a la vecindad argumentando que no pudo hacerle nada al gato, pues este fue atropellado por un camión.
Aunque ya no hay gato en la vecindad, los pececitos de colores de la Chilindrina siguen desapareciendo.
¿Quién será el responsable de estas misteriosas desapariciones? Descúbrelo en este capítulo de El Chavo del 8.