El Chavo del 8 | Reventón de globos

Don Ramón, quien entró a la vecindad ayudando a Doña Clotilde a cargar sus cosas, le explicó a la Chilindrina que todos deberían hacer eso: ayudar a quien lo necesite sin ningún interés, sobre todo "a las personas como Doña Clotilde que son ancianas".

Doña Clotilde, desde su ventana, escuchó y se enojó. Salió de inmediato de su casa para decirles a todos que ella es "una persona mayor y no una anciana". 

Quico salió a jugar con su globo nuevo y El Chavo le dijo que si se lo prestaba, a lo que su amigo accedió.

El Chavo al principio no creía que Quico en serio le quería prestar su globo, por lo que el segundo le respondió que él es un niño bueno que le hace favores a otras personas; cuando la Chilindrina escuchó esto, convenció a El Chavo de que no lo hiciera porque después Quico diría que le debe muchos favores.

La Chilindrina en realidad hizo esto con la intención de quedarse con el globo.

Quico fue a comprar otra bomba, y cuando volvió a la vecindad, al ver a El Chavo le dijo que ya no le iba a prestar su globo porque la Chilindrina se quedó con el anterior por culpa suya.

Don Ramón pasaba cerca de los niños fumando y sin darse cuenta botó el cigarrillo, El Chavo se enojó por lo que dijo Quico, así que tomó el cigarrillo y con algo de disimulo le reventó el globo a su amigo.

El Chavo no solo se enojó con Quico, sino también con la Chilindrina, pues ella siempre hace cosas que molestan a los demás, así que aún con el cigarrillo, cada globo que traían tanto la Chilindrina como Quico, se los iba reventando.