El Chavo del 8 | Capítulos | Cazando lagartijas

Don Ramón está lavando en el patio de la vecindad muy emocionado, en ese momento ve a El Chavo con una resortera apuntando hacia varios lugares consecutivamente. El hombre le pregunta qué está haciendo con ese artefacto y el niño le responde que está cazando lagartijas.  Don Ramón le dice que tenga cuidado de no lastimar a nadie.

Quico salía de su casa cando El Chavo le pegó con la piedra con la que le intentó apuntar a una lagartija, Don Ramón se acercó muy preocupado a quitarle la resortera a El Chavo, pero en el intento se pegó en la cara; Quico se burló de él y Don Ramón le dio un pellizco.

Doña Florinda vio todo lo que sucedió y al intentar darle una cachetada a Don Ramón él para evitar eso, le apuntó con la resortera, pero el Chavo de inmediato expresó que él no le podía hacer nada ya que no tiene una piedra con la cual disparar, Doña Florinda agradeció al Chavo por el dato y le dio una cachetada a Don Ramón.  

El Chavo siguió cazando lagartijas y en ese momento la Chilindrina iba entrando a la vecindad con una naranja en la mano, al ver a El Chavo se acercó para presumir su fruta, pero el niño le dijo que no le interesaba, ya que tenía algo mejor en sus manos. La Chilindrina quiso que le enseñara y El Chavo le intercambió en un abrir y cerrar de ojos la lagartija por la naranja.

La Chilindrina al tener la lagartija en la mano, lloraba y gritaba al tiempo, pues le tiene mucho miedo a estos animales, El Chavo le dijo que no tiene nada de qué preocuparse, pues la lagartija ya está muerta. Al escuchar esto, la Chilindrina se asustó aún más y se fue llorando desconsoladamente al otro patio.

Don Ramón salió de su casa al escuchar el llanto de su hija, y al ver a El Chavo le preguntó por ella y el niño le respondió qué le pasaba a la Chilindrina, pero Don Ramón entendió que el cadáver no era la lagartija sino el de ella misma.

Don Ramón se desmayó. En ese momento el profesor Jirafales en compañía de Doña Florinda iban entrando a la vecindad y al ver a Don Ramón y a El Chavo con una resortera en la mano tendidos en el piso, pensaron que el niño había sido el culpable de la escena trágica en la vecindad.