El Chavo del 8 | Capítulos | Don Ramón el lechero

Don Ramón ya tiene un nuevo trabajo, esta vez será lechero; sí, esa persona que reparte leche y aunque es temporal, él se siente muy orgulloso. Al ver a Don Ramón en su nuevo empleo, Doña Florinda se burla de él, pero el hombre no se deja afectar por lo que ella dice.

Doña Florinda le pide a su vecino que le venda dos litros de leche, este muy amablemente se los da. El chavo jugando con la escoba la deja caer en la olla llena de leche.

Los dos adultos se enojan mucho con el niño y le piden que se vaya del patio principal. Después de lo sucedido, Don Ramón le quiso dar la leche a Doña Florinda, pero ella no la recibe, pues está sucia por culpa de la travesura del chavo.

Don Ramón se lleva la leche sucia para su casa y deja las demás botellas en el patio. El chavo al verlas, se acerca, agarra una y se la lleva para tomársela a escondidas.

Quico llama al chavo desde el otro patio y el chico asustado esconde la botella. El hijo de Doña Florinda invita a jugar pelota al niño, pero él no acepta, ya que él solo está pensando en la botella de leche que está detrás de una matera.

La Chilindrina sale a buscar la botella de leche que le hace falta a su papá y al ver al chavo, le pide ayuda para encontrarla rápido. Quico sale de nuevo de su casa, pero esta vez con una nave espacial de juguete. La forma del objeto es similar a la botella de leche que el chavo escondió anteriormente.

Mientras Quico juega con su nave espacial, encuentra la botella de leche y se dispone a tomar de ella. Luego de unos sorbos, se va para su casa a contarle a su madre lo sucedido.

El chavo vuelve al patio principal para buscar su botella de leche, pero en lugar de esta encuentra la nave espacial de Quico. De inmediato, atribuye esta situación a ‘La bruja del 71’, pues cree que ella convirtió la botella en un juguete.

Quico sale de su casa en compañía de su madre. Ella le pide que deje la botella donde la encontró, él obedece y toma su nave espacial para seguir jugando.

El chavo apresurado vuelve para jugar con la nave, pero sin darse cuenta le echa toda la leche encima a Quico que está jugando en ese mismo lugar.

Una de las inquilinas de la vecindad tiene una perra que da a luz varios cachorros y muere. La Chilindrina y el chavo toman las botellas de leche para alimentar a los recién nacidos.