El Chavo del 8 | Capítulos | Don Ramón pintor
Don Ramón tiene mucha habilidad con los trabajos relacionados con la carpintería, latonería y pintura.
El chavo está jugando y ensucia unas sábanas de Doña Florinda; Don Ramón está cerca pintando unas sillas, se percata de lo que hace el niño, corre hasta él para quitarle las sábanas y mirar si puede lavarlas antes de que Doña Florinda se dé cuenta.
La mamá de Quico sale de su casa en compañía del señor Barriga; la mujer ve a Don Ramón con sus sábanas y muy enojada corre para darle una cachetada; él huye, pero Doña Florinda lo sigue. El señor Barriga también va detrás de sus inquilinos con la intención de evitar que no pase algo malo.
En el patio principal están el chavo y la Chilindrina. A la niña se le ocurre jugar con la pintura de su padre, pero falta una brocha para realizar su actividad, esto debido a que Quico la había aventado lejos y quedó sobre una matera fuera del alcance de todos.
A la Chilindrina se le ocurre que con la pelota de Quico pueden bajar la brocha de la matera. El chavo no entiende bien lo que quiere decir su amiga y, se sube sobre el balón y cae al suelo.
Quico vuelve al patio principal para quitarles la pelota a los niños, pero la Chilindrina le dice que solo la usarán para bajar la brocha que él aventó sobre una maceta, además le pide que ayude a bajarla.
El primer intento es de Quico y no lo logra; el chavo tiene el segundo turno, pero le pega en la cabeza a Quico quien se enoja y por consiguiente sigue prestando su pelota.
El chavo toma de nuevo la pelota, la tira fuertemente y le pega a la maceta donde está la brocha. Al caer golpea en la cabeza a Quico y pierde el sentido.
Después del mal entendido con Doña Florinda, Don Ramón sigue con su labor de pintar las sillas. Quico está jugando con su pelota cerca y su mamá sale de su casa para colgar las sábanas que acaba de lavar. Le pide a su hijo que las cuide mientras entra un momento a su casa.