El Chavo del 8 | Capítulos | Dos pasteles y una confusión
Doña Clotilde y Doña Florinda pretenden tener un detalle con sus enamorados, pero el señor Barriga se interpondrá.
Doña Florinda le pide al chavo que busque a su hijo Kiko, pues lo necesita urgentemente. Por otro lado, Doña Clotilde busca al chavo y le pide a Kiko que si lo ve le diga que necesita un favor suyo. De esta manera, a petición de las mujeres, ambos niños se buscan mutuamente.
Después de un buen rato de búsqueda, los niños llegan al mismo lugar y logran hacer los mandados que cada una de ellas necesita. Por un lado, Doña Florinda le pide a Kiko que compre el pastel más grande que encuentre, pero sin que nadie se entere. Mientras que Doña Clotilde le pide al chavo que lleve un pastel gigante a casa de Don Ramón, junto a dos notas; una para él y otra para el señor Barriga.
El niño lleva el pastel hasta su casa y lo deja en la mesa, pero se le hace imposible no comer una rebana… O todo el pastel. Por otro lado, Kiko llega a su casa para darle el pastel a su mamá, pero se encuentra con que el profesor Jirafales está en la puerta, entonces decide irse.
Más tarde, el señor Barriga llega a la vecindad para cobrar la renta y la primera casa en entrar es a la de Don Ramón. Allí se encuentra con las dos notas que Doña Clotilde le dio al chavito y piensa que son para él: una de ellas dice que no puede pagar la renta y la otro que le orneó un pastel.
El hombre piensa que el pastel que tenía Kiko en sus manos es para él y que fue Doña Florinda quien se lo compró. Al asomarse a la ventana, el hombre ve que ahora es chavo quien sostiene la torta y se la quita de las manos.
Finalmente, el chavo preocupado le cuenta a Kiko que el señor Barriga le quitó el pastel. Por otro lado, Doña Florinda sale de su casa con el profesor Jirafales y es abordada por el padre de Ñoño, quien le expresa estar agradecido por aquella torta.