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Con 38 años ya, Juan Pablo quiso ser futbolista y a los 16 años prometía llegar a las grandes ligas, pero un accidente de carro lo dejó a él sin rodillas, a sus padres muertos y a César, su hermano mayor, en una silla de ruedas. Fueron tantos años cuidando de César para que recuperara algo de movimiento, que terminó aceptando que la enfermería era lo suyo.