Rafael confiesa qué fue lo primero que vio en Alejandra
Rafael le confiesa a su jefe cuál fue la primera parte del cuerpo que llamó su atención.
Alejandra (Carmen Villalobos) escuchó, sin querer, una conversación de Rafael (Sebastián Martínez) con su mamá donde él le contó que está atrasado en la cuota de la universidad de Milena (Stephania Duque) porque el día del accidente compró un remedio muy costoso para salvarle la vida a su actual jefe.
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Luego de conocer esta parte de la historia, Alejandra decide preguntarle a Méndez por su versión de esa noche. Cómo la salvó y cómo resultó ella en el hospital.
Tras la insistencia de la Doctora, Rafael le contó que luego del choque, él bajó por la pendiente y se asustó al no verla en el auto, pero gracias a la cartera la encontró a unos metros.
Luego, a Rafael se le dibujó una sonrisa picarona y su jefe le preguntó a qué se debía ese gesto. Méndez le confesó que para él fue inevitable fijar en la belleza de sus piernas.
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“Alejandra: De qué se está riendo ahora… pues cuente para ver si nos reíamos los dos.
Rafael: Es que yo me siento mal… yo le pido perdón a mi Dios porque en ese momento Doctora yo solamente podía pensar en una cosa: que eran las piernas más bonitas que yo había visto en mi vida.
A: Pídale perdón a Dios, sí señor. Qué depravado pensar eso en ese momento.
R: Cuál depravado, es que es la verdad. Eran las piernas más espectaculares que yo haya visto…”
Luego Alejandra le insinúo que a Luciano (Gregorio Pernía) no le parece que sus piernas sean hermosas pues le despierta todo, menos amor. Nuevamente la gerente comercial de Ramenautos atacó a Méndez diciéndole que él es el culpable de todo lo malo que ha estado viviendo después del accidente.
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“A: Tenía porque es que después del accidente mis piernas lo único que producen es repulsión…
R: Repulsión, pues le producirán repulsión a ese novio suyo que tiene. Pero sus piernas a mi me parece que están igual de espectaculares que el primer día que las vi.
A: Qué atrevido
R: Atrevido su novio, hacérmela sentir mal… No se da cuenta del mujerón que es usted, no merece una sola lagrimita suya”.
A pesar de estos halagos, Alejandra sigue pensando que Luciano es su amor y que el único que tiene la culpa es Méndez.