Alejandra y Rafael quedaron alborotados
Alejandra y Rafael tenían planes románticos con sus parejas, pero los finales no fueron los esperados.
Alejandra Maldonado (Carmen Villalobos) siente que está perdiendo a su prometido Luciano Valenzuela (Gregorio Pernía) por las marcas que quedaron en su cuerpo tras el fuerte accidente de tránsito con Rafael Méndez (Sebastián Martínez).
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La gerente comercial ya le había insinuado a su prima y asistente, Isabella (Michelle Rouillard), que Luciano no la miraba igual desde el accidente y que ella tenía claro que para Valenzuela el aspecto físico es muy importante.
Han pasado más de dos semanas desde el accidente y Alejandra le dice a su pareja que organicen una cena romántica para revivir esos momentos apasionantes que tanto extraña, y Luciano acepta.
Por otro lado, Rafael se prepara para su entrevista en Ramenautos cuando recibe una llamada de su Pajarita, quien le dice que estará sola por primera vez en la casa y lo invita a pasar la noche juntos. Méndez, por supuesto, acepta la invitación de su novia y llega a la casa de su suegro con una caja de chocolates.
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Vicky (Juliette Pardau) agradece el detalle, pero le manifiesta que no los probará porque está a dieta. Rafael le dice que ella no necesita de esas estrategias porque definitivamente tiene un cuerpazo.
“Igual no me los voy a comer no sea que me dejen por gorda, de una vez”, le dice La Pajarita.
Ya en la sala, Vicky le recuerda que él había prometido a don Gastón Pardo que no tocaría a su hija hasta que se casarán. Rafael le dice que “esto no es un incumplimiento, es un anticipo”.
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Mientras tanto, Alejandra y Luciano tampoco logran su objetivo porque el dolor que siente la empresaria con sus heridas no permite una buena conexión y concentración en el momento que están viviendo.
Alejandra se frustra y le pregunta a Luciano si es por su apariencia física, Luciano hábilmente cambia de tema y le cuenta que su cabeza está en la conversación que tuvo con la tía Clemencia y la desconfianza que tiene en ella sobre el manejo de sus bienes. Por esto, Alejandra termina pidiéndole perdón por presionarlo.
