Con rosas y baile, Luciano busca el perdón de Alejandra
Luciano debe reconquistar a Alejandra para continuar manejando la hacienda de los Maldonado.
Luciano (Gregorio Pernía) está feliz porque Alejandra (Carmen Villalobos) dio por terminada la relación amorosa y podrá cumplir su fantasía con Karen Nicholls (Juliana Galvis). Valenzuela le cuenta a su amigo Chávez (Felipe Botero) que además perdió la oportunidad de estrenar el carro de su exprometida.
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“Me terminó. Tengo el corazón partido, el bolsillo roto, me duele haber perdido el automóvil que le iban a entregar hoy… pero quedé soltero y usted sabe que me toca sacar paraguas porque me llueven las mujeres”, le dijo Luciano a su socio.
Sin embargo, Chávez le hace caer en cuenta que al terminar con Alejandra también se deben acabar los negocios ocultos que tienen con la hacienda de los Maldonado. Le dice además que ahora está dejando mejores ganancias y que no es el momento de soltar ese negocio.
“La familia de su novia no tiene idea de que la Hacienda va bien, ¿cierto? Entonces usted los puede convencer de que lo mejor es venderla”, le dijo Chávez a Valenzuela. Así, al final, ellos se quedarían con la propiedad.
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Tras esta conversación, Luciano llega con un gran ramo de rosas rojas a la oficina de Alejandra y palabras amorosas para reconquistarla. Sin embargo, la doctora Maldonado está muy sentida por las palabras que le dijo Luciano sobre las marcas que le quedaron en su cuerpo después del accidente.
Las flores y la poesía no funcionaron, por lo que Luciano intentó convencer a Alejandra con un baile sensual que tampoco logró la reacción que buscada el abogado en su exnovia.
“No, Luciano este no es el momento, ni el lugar, puede entrar alguien por esa puerta”, con estas palabras Alejandra detuvo el baile de su expareja.
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Luciano le propone a Alejandra que se vean en un lugar más privado para demostrarle su amor y ella accede, pero Luciano se acuerda de su cita con Karen Nicholls y vive una encrucijada.
