El acalorado reencuentro entre Alejandra y Rafael
Alejandra sufrió un ataque de pánico al descubrir que tenía al "culpable" de sus desgracias en frente.
Rafael Méndez (Sebastián Martínez) llegó a Ramenautos en búsqueda de Alejandra Maldonado (Carmen Villalobos) y con la esperanza de encontrar a una mujer bondadosa que se apiadara de su situación. Sin embargo, Méndez llegó en un mal momento.
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Claudia (Alejandra Ávila) recibió a Méndez creyendo que era un cliente y podría lograr una venta, pero él le manifestó que venía a proponer un gran negocio a Maldonado. Alejandra, sin saber quién era el hombre que la estaba buscando, dijo que lo atendería luego de la reunión con el equipo de vendedores.
Por tal razón, Méndez desde la oficina de Maldonado escuchó los fuertes reclamos que hizo Maldonado a los vendedores por su bajo rendimiento en las ventas durante su ausencia. Los gritos y la molestia de Alejandra eran tan evidentes que Rafael pensó en salir y regresara a Ramenautos en otra oportunidad.
Cuando ya estaba decidido a irse, Alejandra regresó a su oficina y, sin darse cuenta que tenía compañía, empezó a llorar por la angustiosa situación que está viviendo con su recuperación física tras el accidente, la crisis financiera en su casa y la fría relación con su prometido.
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Méndez se quedó estupefacto sin saber qué hacer hasta que Alejandra notó su presencia y pidió disculpas por olvidar que la estaban esperando.
Tras el conmovedor momento, Rafael inició la conversación preguntando qué la atormentaba. Alejandra sin dudarlo comenzó a relatar el trágico accidente que le cambió su vida, Rafael escuchaba y con un nudo en la garganta intentó persuadirla para que cambiara su perspectiva sobre lo sucedido.
“Rafael Méndez: Usted lo que tiene que hacer es irse corriendo a una iglesia y pedir perdón por ser tan desagradecida porque sumercé está viva, tiene trabajo, tiene ese cuerpo entero, gracias a mi Dios está enterita, tiene al lado a una persona con quien compartir la vida.
Alejandra Maldonado: Usted es de esas personas que ve la vida desde otro punto de vista, ¿cierto’. Mejor dicho, yo lo veo y veo un buen ser humano.
R: Se hace lo que se puede, pero es que escúcheme, ese es el ángulo y la perspectiva desde la que yo necesito que usted vea las cosas.
AM: Ya sé usted es de una secta religiosa ¿No?
RM: Sumercé yo soy Rafael… Méndez… Rafael Méndez… el miserable que la lanzó a usted por el precipicio”
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En ese momento, la dulce conversación dio un giro, pues Alejandra con ayuda de las muletas tiró todo lo que tenía alrededor y empezó a corretear a Méndez por la oficina mientras lo insultaba por “miserable”.
En medio de los gritos, Rafael le propuso a Alejandra que le diera trabajo para responder con el millonario acuerdo y pagar la deuda. La empresaria sufrió un ataque de pánico.
“AM: ¿Quién va a ser tan tarado de contratar un tipo como usted?
RM: Pues usted”.
