Rafael recupera su libertad tras un millonario acuerdo con Luciano
Rafael le promete a su mamá que no va a permitir que Alejandra Maldonado se quedé con su casa.
Luciano (Gregorio Pernía) y Rafael (Sebastián Martínez), en compañía de Jaime (José Daniel Cristancho), se reúnen en el centro de reclusión para conciliar. Luciano le específica todo el dinero que perdió Alejandra a causa del trágico accidente y aclara que no está incluyendo los daños morales por la cancelación del matrimonio.
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Rafael acepta pagar las cuotas de un préstamo que solicitó Alejandra (Carmen Villalobos) como acuerdo de pago, dejando la casa de su mamá como garantía. Al final, Luciano le dice que ojalá cumpla porque mensualmente debe cancelar más de 7 millones de pesos. Méndez queda impactado por la cifra.
Gracias a este acuerdo, Rafael recupera su libertad y afuera de la Estación de Policía lo espera su mamá y Jaime. La señora Leonor (Alina Lozano), con lágrimas de felicidad por la libertad de su hijo, lo abraza fuertemente.
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“Rafael: Perdóneme, perdóneme por favor.
Leonor: No, yo no tengo nada que perdonarle, si los padres no salen al frente a apoyar a sus hijos cuando tienen un resbalón en la vida, entonces qué estamos haciendo, para qué estamos.
R: Sumercé tranquila, tranquila, no vamos a perder el rancho por la Virgen Santísima que no lo vamos a perder. No se me estresé, si”, fueron las primeras palabras que se dijeron madre e hijo en ese emotivo momento.
Al llegar al barrio, Rafael y su mamá se sorprenden porque hay algarabía en el lugar, lo que no saben es que Vicky (Juliette Pardau) le tiene una sorpresa de bienvenida a su pajarito.
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‘La pajarita’ no tuvo ningún inconveniente en usar el trago, la decoración y el contrato con una reconocida banda que quedó por la cancelación del matrimonio de Alejandra, y que Luciano envío como parte del trato con Rafael, pues todo esto está incluido en la millonaria suma que debe pagar Méndez.
El humilde vendedor queda en shock al saber que ni su suegro ni la pajarita son los financiadores de tan magno recibimiento, si no que él mismo está cubriendo los gastos de la fiesta con las personas del barrio.
