Historias clasificadas | Capítulo 13 | Papá solo hay uno
Lina hará todo lo posible para conocer cuál es su origen.
Lina siempre ha sabido que su existencia se debe a una inseminación in vitro, un secreto que su madre y su padrastro, Chucho, manejaron con delicadeza y amor. A pesar de todos los esfuerzos de su familia por brindarle una vida plena y feliz, Lina siente una inquietud que no puede ignorar: quiere conocer a su padre biológico. Decidida a descubrir la verdad, y sin el consentimiento de su madre, Lina contacta al posible donante y lo invita a su casa.
El día de la reunión, la tensión en el hogar es palpable. Chucho intenta calmar a su esposa, quien está preocupada y temerosa por la confrontación inminente. Cuando el donante llega, la atmósfera se carga de nerviosismo y expectativa. Lina, con una mezcla de valentía y ansiedad, le explica a su supuesto progenitor, el deseo de realizarse una prueba de ADN para confirmar si realmente es su padre biológico.
El supuesto progenitor acepta, comprendiendo la importancia de la situación para Lina. Se toman las muestras y las envían al laboratorio, donde la espera se convierte en una prueba de paciencia y esperanza para todos. Cuando finalmente llegan los resultados, la sorpresa es mayúscula: el donante no es el padre biológico de Lina. La revelación deja a todos en estado de shock y con más preguntas que respuestas.
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