Capítulo 33 - Parte 2 - Dimas se niega a perdonar a su madre Adela | Jesús
Adela le suplica a su hijo que lo perdone por haberlo abandonado y le pide que se quede, pero él no acepta.
Jesús llega a Magdala y es recibido por la multitud que espera ver sus milagros. En ese momento aparece un hombre paralítico y el Salvador lo hace caminar de nuevo.
Los discípulos cuestionan la incredulidad de algunos en los poderes de Jesús, que, incluso viendo sus milagros, se niegan a creer en Él.
Adela le suplica a su hijo Dimas que la perdone por haberlo abandonado, pero él se niega a hacerlo, le deja claro a la mujer que no dejará a su hermano solo en la delincuencia y se marcha del lugar completamente enojado.
Laila por su parte busca a Jairo en el templo y le pide que no deben verse más, pues su esposo Simón está de regreso. Él le dice que es imposible, que no pueden luchar contra lo que ambos sienten.
Antipas conversa con su sobrina Salomé y la culpa de la muerte de Juan Bautista, ya que fue su petición de decapitarlo. Él le pide que entienda su posición, pues fue una obligación asesinar al hombre.
La joven le dice que si quiere que entienda su posición autorice el deseo que tanto anhela, poder casarse con Longino. Él le contesta que jamás le cumplirá ese sueño.
Jesús se reúne en el templo con sus seguidores y discípulos.
Un hombre dice en voz alta: “Están diciendo que Pilatos mezcló la sangre del pueblo con la sangre del sacrificio. Murieron porque pecaron”.
A lo que el Mesías responde: “¿De verdad creen que los muertos eran más pecadores que los otros? ¿o más que ustedes? Y si ustedes, todos aquí sin alguna excepción no se arrepienten, también morirán”.
En ese momento llega una niña al templo y le pide a Jesús que cure a su madre. Jesús le dice “cree, solo debes creer”. Él posa su mano sobre la afectación de ella, ora y en efecto, la mujer es curada de su enfermedad.
En medio de la fiesta y luego de varios rodeos, Natanael le pide matrimonio a Jona. Ella muy emocionada le responde que sí y que debe hablar con sus padres para pedir su mano.