Capítulo 35 - Parte 1 - Jesús conversa con Moisés y Elías en el monte Tabor | Jesús
Jesús sube al monte Tabor con tres de sus discípulos y allí se transfigura, se vuelve radiante en gloria divina.
Jesús llega al monte Tabor con sus tres discípulos Santiago, Juan y Pedro, y mientras descansan, los tres amigos se preguntan entre ellos a qué cruz se refería el Maestro.
Seguidamente uno de ellos le pregunta a Jesús qué encontrarán en la cima de la montaña.
Con una voz dulce el hijo de Dios se refiere a las palabras del Salmo 133, 1-3 2
“Cuan bueno y dulce es ver que los hermanos vivan en unión, es como el buen óleo sobre la cabeza que desciende sobre la barba de Aron hasta la orla de sus vestiduras, es como el rocío del Hermón que desciende sobre los montes de Sion porque allí envía el señor bendiciones y vida para siempre”.
Jesús se encuentra en aquel monte con Moisés y Elías, entonces Pedro le dice a Jesús: Señor, bueno es para nosotros que estemos aquí; si quieres, hagamos aquí tres enramadas: una para ti, otra para Moisés, y otra para Elías.
Mientras él aún hablaba, una nube de luz los cubre y una voz desde el cielo les dice: “Este es mi Hijo amado al que tanto quiero, escuchen su palabra”.
Jesús les pide que se levanten y no tengan miedo.
Mientras tanto, Mateo llega a la casa de Sara para hablar con los romanos. El hombre les asegura que ellos pagan los tributos, respetan las leyes, no fomentan la violencia, cultivan la paz y obedecen a Dios. El centurión responde que todos los judíos son iguales.
Cornelio entra al lugar y aboga por los discípulos, le grita al centurión romano que cuándo dejará de perseguir personas inocentes. Él afirma conocerlos y deja claro que ellos no hicieron otra cosa que seguir a un hombre extraordinario cuyo nombre es Jesús.
Los seguidores empezaron a nombrar algunos de los muchos milagros que Jesús ha realizado. El soldado les confiesa que están allí por una denuncia hecha por una mujer que resulta siendo Arcisa, la esposa de Mateo quien no acepta a Jesús como el Salvador.
Entonces uno por uno pasa con el soldado romano para hablar sobre su relación con Jesús y los milagros que ha recibido por parte de él.
Magdalena es acosada sexualmente por los soldados romanos y dicho incidente le hace recordar su triste pasado cuando fue atormentada por un grupo de hombres que abusaron de ella.
