Capítulo 35 - Parte 3 - Mateo se enfada con Arcisa por denunciar a Jesús | Jesús
La mujer no cree en Jesús y molesta porque Mateo sea amigo de él, decide denunciarlos con los romanos.
Dimas y Gestas planean un robo y para lograrlo convencen a Demestrino, el joven encargado de la posada para que pare sus labores por un rato, beba y converse con ellos.
Dimas lo distrae, mientras su hermano entra sin autorización a un cuarto y toma un cofre con unas monedas de oro.
Por otra parte, los discípulos se cuestionan por qué no lograron sacarle los demonios al joven que estuvo en la tarde en la casa de Pedro. Creen que haber cometido pecados incidió para que el exorcismo fuera un total fracaso.
La conversación se torna acalorada hasta el punto de que unos a otros se echan en cara los pecados cometidos.
Mateo se enfada con su esposa Arcisa por haber denunciado a Jesús y a sus discípulos. Él le deja claro que irá a donde Jesús vaya, así sea a prisión. La mujer se mantiene en su posición y no acepta que su esposo sea seguidor de Jesús.
El hombre decide no abandonar a su esposa, pero sí dormir por fuera de su casa, ya que no soporta la actitud de ella ante su amistad con el Hijo de María.
Poncio Pilatos ofrece un banquete y sus invitados lo critican por su indiferencia ante las miles de muertes que generó su maldad. Asimismo, se burlan de su idea de devolver el corbán como si fuera un favor para el pueblo.
En medio de la celebración, el gobernador le pide a Susana que participe en las luchas de gladiadores que él estaría pensando en organizar. No obstante, ella le responde que no acepta su propuesta, pues ya no quiere más violencia en su vida.
Antipas le coquetea a la sierva Temina y la invita a encontrarse a solas con él en sus aposentos luego de terminar el banquete para tener intimidad.
