Capítulo 36 | Parte 1 - Joven poseído desespera a Cafarnaúm
Un joven poseído no ha podido ser liberado, así que deambula por las calles de la ciudad buscando la muerte.
En este capítulo Shavaca se da cuenta que el cofre que tenía en su habitación con las monedas de oro fue robado. Demestrino les confiesa que Gestas y Dimas lo invitaron a beber mientras ellos estaban ausentes.
Asimismo, añadió que hubo un momento en el que Dimas entró a la habitación y posiblemente sea él quien tomó las monedas. Barrabás llega al lugar con mucho dinero para comprar comida y trago, y la pareja duda si fue él, el culpable.
Po otra parte, los sumos sacerdotes interrogan a Temina, creen que fue descubierta y que ahora trabaja para el servicio de Poncio Pilatos. La sierva niega todo y dice que solo se ha ganado la confianza del gobernador y de su esposa Claudia.
Leila se encuentra a escondidas con su amante Jairo para satisfacer sus deseos carnales. En ese momento el joven poseído aparece en escena un poco despistado, pero decide irse.
Los discípulos temen por la suerte del joven, entonces deciden buscarlo con vehemencia por toda la región. Acuden a la casa de Leila y ella les dice que lo vio en la sinagoga.
Simón mira con desconfianza a su esposa Leila y al parecer, ya empieza a dudar de su lealtad.
El joven poseído es tentado una vez más por el demonio quien lo incita a ahogarse en las profundidades del mar. Dos de los discípulos de Jesús se percatan de la situación y salvan al individuo de la muerte.
El muchacho se dirige a la casa de Pedro y allí los discípulos están cocinando una sopa con leña. Desesperado por la tentación del diablo, tumba la olla y se abalanza sobre el fuego para morir quemado. Los amigos del Salvador lo levantan y apagan el fuego.
El pueblo enfurecido entra a la casa de Pedro exigiendo que el muchacho poseído debe abandonar Cafarnaúm de inmediato. Los hombres son reprochados por no liberar al enfermo con sus poderes.
Déborah conversa con sus padres para saber sobre el paradero de su pequeño, pero la investigación no ha dado frutos. La mujer sigue angustiada por su deseo de hallar al niño.