Jesús | Capítulo 75 | El mesías entra aclamado a Jerusalén
Después de pasar unos días junto a sus apóstoles, su mamá y las mujeres que le seguían, Jesús emprende camino hacia su destino.
El centurión Romano está más que feliz por el milagro que Dios obró a su favor al salvar a su hermana, pero a pesar de sentir gozo, es implacable con el castigo que le da a Barrabás a quien piensa crucificar y asesina a todos los rebeldes que le colaboraron.
Poncio Pilato junto a su esposa siguen aguardando la mejoría de Helena pero el tiempo se agota y las esperanzas también.
Jesús por su lado, sigue obrando milagros diversos, curando a muchos y dejando al pueblo impresionado, tanto así que muchos aún están asombrados por la resurrección del mismo Lázaro. Pero la vida pública del mesías poco a poco se acerca a su destino, por ello el mismo maestro envía a dos de sus discípulos que le alisten un jumento para entrar a Jerusalén.
Con lágrimas en los ojos el mesías habla de lo que le espera en ese lugar en donde tendrá que cumplir su misión de morir por los pecados de la humanidad.