La “obsesión” de Julián Román que lo tiene enamorado
El actor colombiano, quién interpreta a Leo Reyes en en Canal RCN, nos contó detalles sobre su pasión por el ciclismo
Ha vuelto a las noches del Canal RCN, con uno de los personajes más entrañables de la televisión, por supuesto hablamos del actor colombiano Julián Román, quién interpretó magistralmente a “Leo Reyes”, el hijo de Beto, en la novela “Los Reyes”.
Y es que, este talentoso artista bogotano ha regresado a nuestro país, después de una estadía en México, en donde graba un nuevo proyecto. Sin embargo, y aunque nos alegra saber que está muy activo en su profesión, lo que más nos llamó la atención es la “obsesión” que Julián confesó para La Movida.
Se trata de la pasión por montar en bicicleta, una actividad que le fascina de tal manera, que se llevó a tierras Aztecas una de ellas y un simulador, para pasar las semanas en las que grabó. Montado en una bicicleta de ruta, conoció buena parte de Ciudad de México, por lo que la afición se dio de manera contundente, pues su estilo de vida cambió.
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De hecho, además de hacer ejercicio y cambiar la fiesta por el deporte, también medita cuando pasea en su “caballito de acero”, por lo que agradece tener ahora esta pasión que pocos conocían.
También cuenta que gracias a su amiga Catalina Urrego, ha logrado exigirse en sus entrenamientos, aparte de haber pedaleado con el mismísimo ciclista español Óscar Sevilla, quien se ha destacado en el Clásico RCN, y a quién Román admira demasiado. Una pasión que además lo ha llevado a tener hasta una anécdota con el campeón del Tour de Francia, Egan Bernal, pues montó bicicleta con él, algo así como un sueño hecho realidad para el actor que no se cambió por nadie.
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Su instinto competitivo no para ahí, pues en diciembre se va a participar en “Ironman”, una carrera deportiva hecha en Cartagena y a donde irá para hacer relevos en 90 kilómetros, un reto que quiere terminar así sea con la lengua afuera. Y, como creemos que le irá de maravilla en dicha competencia, solo podemos decirle que no deje nunca “la montataaa en su diosa coronataaaa”.