La rosa de Guadalupe | Capítulo 818 | Huellas imborrables
Tras verse obligada a dar en adopción a su bebé, Daniela comenzará una gran búsqueda para ubicar a su hija doce años después.
El inesperado embarazo de Daniela, con tan solo 14 años, ha dejado miles de problemas en su familia, pues ellos no conciben que la joven vaya a ser madre a tan temprana edad, por lo que logran separarlos y dar en adopción al pequeño apenas nace.
El corazón de Daniela se siente vacío por la ausencia de su hijo, además de sentirse responsable de lo ocurrido, pero a pesar de ello, Daniela debe seguir adelante.
Doce años después, Daniela, ahora una mujer adulta, intenta rehacer su vida con Gonzalo, un hombre que, a pesar de todo, la ama incondicionalmente, incluso después de saber de la existencia del bebé de Daniela, por lo que termina contrayendo matrimonio. Gonzalo apoya a su esposa en todo momento y en toda la búsqueda de su hijo o hija.
A la par, una familia se ve enfrentada ante el descubrimiento de un padecimiento de su hija, Ana Julia, empezando a tomar grandes precauciones para cuidar su vida, alejándose de actividades que requieran mucho esfuerzo o emociones fuertes.
La justicia logra fallar a favor de Daniela y Gonzalo, enterándose de que tuvo una niña, mientras notifican a los padres adoptivos de la pequeña, quien en realidad es Ana Julia, pero divo a su padecimiento cardiaco, Daniela sabe lo peligroso que es que la pequeña se entera de algo tan grande.
Aun así, tanto los padres adoptivos como los biológicos logran llegar a un acuerdo por el bienestar de la pequeña, ocultando la verdadera identidad de Daniela a Ana Julia, priorizando el bienestar de la niña.
Sin embargo, la joven termina por enterarse, de la peor forma, que es adoptada, algo que le termina por afectar gravemente en su salud, cumpliendo los miedos de sus padres. Mientras se recupera, los padres adoptivos se ven enfrentados a decirle todo a Ana.
Con el tiempo, tanto Daniela como Gozalo y los padres adoptivos de Ana Julia se convierten en una increíble red de apoyo para todos, sobre todo para la pequeña, logrando tener un contacto constante y prometiendo nunca más alejarse de su hija.