La rosa de Guadalupe | Capítulo 288 | Los ángeles no tienen marcas
Ana aprendió una gran lección con su hija, ya que la abandonó cuando era niña a causa de una enfermedad y luego se arrepintió.
Joel estaba casado con Ana y desde el principio anhelaron ser padres. De esta manera hicieron lo posible para luchar por su amor.
Por consiguiente, Ana le dio la noticia a su marido que estaba embarazada, pero en los exámenes que se hizo apareció que su hija podría tener una deformidad en el rostro.
Con el paso de los meses, Ángela nació y Ana no pudo soportar el hecho de que su hija padeciera de un síndrome facial.
Joel se sintió decepcionado y aunque al principio le costó su separación; jamás guardó la esperanza para sacar a su hija adelante.
Entre tanto, Lucero conoció a Ángela en la escuela y allí le dio todo su apoyo junto a Paco, quien era su mejor amigo.
Tiempo después, Bianca la hermana de Lucero, se burlaba del aspecto físico de Ángela y a raíz de una discusión, Joel y Ana se reencontraron.
A raíz de esto, la relación comenzó a ser más difíciles para Lucero y Ángela, ya que sus padres les prohibieron su amistad.
Por consiguiente, la salud de Lucero comenzó a complicarse y la única persona que podía ayudarla era Ángela. Es así como la verdad salió a la luz.
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