La rosa de Guadalupe | Capítulo 578 | Una promesa de amor
Lucero promete reparar su vida amorosa para no convivir con la triste soledad, pero sus hijos impiden la realización de dicho juramento.
Desde los 20 años, Román y Lucero han mantenido su amor intacto ante las vicisitudes de la vida al mantener un matrimonio idílico. Ambos desempeñaron de la mejor manera sus roles paternales y ahora son unos dedicados abuelos en pro del bienestar de sus nietos.
No obstante, la radiante realidad de Lucero se tiñe de tonos grisáceos al conocer una complicación médica que atenta la vida de su marido. Ramón durante varios días hizo caso omiso a las advertencias entregadas, por tal motivo a los especialistas les es imposible salvar su vida.
A raíz del fallecimiento, sus hijos dejan de visitarla y la mujer debe presenciar cómo los días pasan lentamente debido a su triste soledad, sin embargo, tal oscuridad comienza a disiparse gracias a la llegada de Teodoro.
Los dos compartían un amor clandestino en la secundaria y retoman dicha pasión décadas después. Tras un año de amistad, Teodoro le confiesa su amor incondicional al reclamarle una oportunidad para alegrar el resto de su existencia.
Lucero no duda en aceptar la proposición, pero sus hijos se interponen en su cometido e intentan arrebatarle tal ilusión por medio de insultos e injurias.
Ramón hace acto de presencia en los sueños de sus retoños y pide comprender la decisión de su madre, además les informa el horripilante yermo que vivió su progenitora antes de la aparición de Teodoro.
Gracias a las sabias palabras, los cuatro hermanos se dan cuenta del error y aprueban la unión. Los adultos mayores contraen matrimonio en una muy bella ceremonia y Ramón puede descansar en paz tras ver a su amada feliz.
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