La rosa de Guadalupe | Capítulo 787 | Temor a la soledad
El miedo de Lorena, sobre quedarse sola, ha causado un comportamiento errático y temeroso en su hija, Danna.
Desde que es pequeña, Lorena ha criado a su hija, Danna, como se supone se debe comportar una “dama” o “una niña bien”, logrando que ni siquiera logre exteriorizar sus sentimientos correctamente.
Con el paso de los años, Danna creció con una estricta educación y con miles de complejos, pues su madre siempre le ha dicho cómo actuar, cómo hablar, cómo vestirse y hasta con quién andar, todo para cuidar su apariencia ante el resto.
Aún como adulta, Danna es manipulada por su madre y hacerla sentir culpable, evitando que la mujer no se aparte de su lado y no actúe de alguna forma que Lorena no quisiera u ordenara.
Una de las mejores amigas de Danna, Marisol, le presenta a su amiga a Jonás, su primo y un “codiciado soltero de la familia”, quien rápidamente siente atracción por Danna. A pesar de ser mutuo, las palabras que su madre le ha repetido toda la vida, le impide actuar como su corazón quisiera.
La insistencia de Jonás y sus detalles de amor logran derribar el muro entre él y Danna, y a pesar de saber lo que le espera, la joven accede a volverse su novia, a escondidas de su madre.
Lorena termina por enterarse de los que hace Danna y arma un escándalo ante ella y Jonás, dejando complemente avergonzada a su hija y haciéndola sentir culpable por lo ocurrido.
Jonás, aunque intenta ser compresivo con Danna, entiende que su novia no tendrá el valor para enfrentar a su madre, así que decide darle fin a la relación, llenado de tristeza a Danna, mientras busca una salida ante los problemas, intentando acabar con su existencia.
Ante la terrible situación, Lorena comprende el mal que le hizo a su hija, por lo que promete dejarla ser feliz, aun así, eso implique irse de su lado y hacer su vida sin su madre.
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