La rosa de Guadalupe | Capítulo 921 | La obsesión de Erika con la limpieza
Erika lucha con su impulso por mantener todo impecable, un hábito que la está comenzando a afectar a ella y a su familia.
Erika es una mujer obsesionada con la limpieza, y su familia lo sabe. Aunque no ven nada particularmente malo en ello, suelen seguirle la corriente para mantener la casa impecable.
Sin embargo, la actitud de Erika se vuelve tan incómoda que la persona que le ayuda con las tareas domésticas decide renunciar debido a la intensidad de sus exigencias. Poco después, Daniel recibe una llamada del colegio informándole que Erika no recogió a sus hijos. Enfurecido, Daniel confronta a su esposa por su comportamiento.
A pesar de las tensiones, Daniel le cuenta a Erika que ha sido ascendido en el trabajo y le pide que lo acompañe a una cena importante. Sin embargo, al llegar al evento, Erika arruina la oportunidad de Daniel con su comportamiento, especialmente al interactuar con el presidente de la compañía.
Más adelante, Daniel insiste en que asistan al cumpleaños de su madre. Una vez allí, el comportamiento de Erika es tan extraño con los invitados que se ven obligados a marcharse antes de tiempo. De vuelta en casa, Daniel le dice a Erika que debe buscar ayuda profesional para tratar su obsesión con la limpieza, pero ella se niega a aceptar que tiene un problema. Ante su negativa, Daniel le pide el divorcio.
Ruth, preocupada por su madre, intenta hacerle comprender que necesita ayuda. Enfrentando la resistencia de Erika, Ruth reza a la Virgen de Guadalupe pidiendo ayuda para su madre.
Más tarde, Benjamín, su hijo, le pide permiso para ir a jugar, pero Erika se niega y en su lugar le pide que la ayude a limpiar. La situación se complica, y tras una serie de eventos difíciles, Erika finalmente reconoce que tiene un problema y toma la decisión de ir a terapia.
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