Las ánimas benditas, un instrumento que mantiene en pie la esperanza y la fe
Muchos viven en una oscura realidad con un tenue sendero para caminar, pero hay un lugar que resguarda esa luz que algunos necesitan.
Un lugar histórico de la capital abarca no solo la muerte, sino también los deseos, la esperanza y en especial la fe. El Cementerio Central de Bogotá es el epicentro para venerar a las almas que residen en el predio y cumplen milagros.
La propia iglesia católica fue la que instauró el día de las almas, celebrado todos los lunes, pero con el correr del tiempo la tradición ha cambiado y ya no hay un día en específico para rendir tributo.
Los fieles visitan a las grandes personalidades de la historia colombiana, como puede ser Alfonso López Michelsen o Julio Garavito Armero, mientras que otros congratulan a personas del común.
Cada creyente tiene diferentes pretensiones, pues algunos dejan sus ofrendas para ganar dinero, unos por la salud de sus familiares u otros solo desean expiar sus pecados al dejar una ofrenda y cumplir con un trato específico, sin embargo, nadie sabe lo que ocurre si lo pactado se incumple.
Un espacio del catolicismo que remarca las tres posibilidades después de la vida. El cielo, el infierno y el purgatorio, en este último se encuentran las almas buscadoras del perdón eterno y si bien la mayoría anhela hacer el bien, también existen ciertos perpetradores del mal ajeno.