Cuando la esperanza se transforma en desilusión debido a una vida sin Jake
Jake era la luz que impulsaba a Jhon y a Mayerly, pero en tan solo dos segundos su realidad se vio opacada por una tenue oscuridad.
La época decembrina significa el cariño de la familia al comer, bailar, reír y disfrutar con los seres queridos y se transforma en un símbolo de anhelo, con el fin de afrontar lo que vendrá en un futuro; no obstante, para Jhon y Mayerly su estandarte de esperanza perdió la vida sin explicación alguna.
Jake Anthony era el motor de sus padres, quienes aprendieron el significado de resiliencia al ver cómo su niño prematuro le ganó la batalla al destino con solo un 5% de probabilidad; sin embargo, no pudo volver a cumplir la hazaña por culpa de dos inadaptados sociales que fueron capaces de abrir fuego en contra de un menor.
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Mayerly narra, con un dolor interminable, el momento en que sacó a su hijo herido de la camioneta y se sentó en un andén aguardando por ayuda, mientras por su cabeza pasaban los felices recuerdos vividos durante 7 años.
Jake luchó por cinco horas para no abandonar a sus padres, pero a las nueve de la noche partió de este mundo.
Los delincuentes no solo le arrebataron los sueños a un infante, sino también destrozaron en mil pedazos el corazón a Jhon y Mayerly, quienes solo pueden aguardar por las respuestas de la policía, pues después de siete meses aún no reciben los esclarecimientos de las autoridades sobre lo sucedido, además harán más de la necesario para que esas dos personas respondan ante la justicia.
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