Dramatizado: Celos enfermizos

Las relaciones sentimentales pueden ser el paraíso o el infierno. Muchas personas, no saben comprometerse con su par y terminan siendo infieles, irrespetuosos y hasta violentos.

Bajo la premisa de “el que no cela no ama”, muchos se han escudado para defender sus conductas inapropiadas y abusivas con su pareja. Esto le sucede a hombres y mujeres.

Es el caso de Claudia, una mujer de 32 años que, después de varios años soportando la infidelidad de su esposo Dumar, decide poner un alto en el camino y divorciarse de él.

En un principio, Dumar le dice que se vaya, porque sabe que tarde o temprano ella regresará a buscarlo, debido a que él siempre la ha mantenido y ella no sabe valerse por sí misma.

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Claudia decide retomar las riendas de su vida, y consigue un trabajo, en la empresa de Víctor, un hombre de 38 años que sabe corresponderle el amor que ella siente por él.

Al enterarse de esta relación, Dumar su ex esposo, se llena de celos al ver que la mujer que él consideraba de su propiedad, pudo hacer su vida de manera independiente, lejos de él.

Los comportamientos acosadores y celosos de Dumar empiezan a intensificarse, llevándolo a buscar a Víctor en su empresa para agredirlo físicamente. Hasta que un día, la situación es llevada a un extremo, y Dumar llega a la casa de Claudia, rogándole una última oportunidad para estar juntos; ante la negativa de la mujer, Dumar decide atacarla en su rostro, con ácido, bajo la premisa de que, con el rostro desfigurado, Víctor no se va a fijar en ella.

Ante este tipo de situaciones, el gobierno ha dispuesto de la Línea Púrpura, una línea telefónica para mujeres mayores de 18 años que habitan en la ciudad de Bogotá, y que quieren denunciar situaciones de violencia.

Además, gracias al trabajo de mujeres víctimas de ácido en el país, la legislación da atención gratuita a una persona que sufra un ataque como estos.

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