Santo Viacrucis Plaza de San Pedro | 02 de abril del 2021
Desde las afueras de la Basílica de San Pedro, el Papa hizo el tradicional viacrucis para millones de fieles en el mundo.
Desde la Plaza de San Pedro en el Vaticano el Papa Francisco hizo el tradicional viacrucis con poca asistencia debido a las restricciones por la pandemia. Pese a esto algunos niños miembros de un grupo scout de la región italiana de Umbría, estuvieron en la celebración y las meditaciones del Sumo Pontífice estuvieron enfocadas en la niñez del mundo.
Te dejamos la introducción hecha por el Santo Padre en este recorrido del camino doloroso de Cristo:
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
R/. Amén.
Querido Jesús:
Tú sabes que también nosotros los niños tenemos cruces, que no son ni más livianas ni más pesadas que las de los grandes, pero que son verdaderas cruces, que sentimos pesadas también de noche. Y sólo Tú lo sabes y las tomas en serio. Sólo Tú.
Sólo Tú sabes qué difícil es para mí aprender a no tener miedo a la oscuridad y a la soledad.
Sólo Tú sabes qué difícil es no poder contenerme y despertarme cada mañana todo mojado.
Sólo Tú sabes qué difícil es no llegar a hablar bien, a pensar rápido o a hacer los cálculos correctos como hacen los demás.
Sólo Tú sabes qué difícil es ver a mis padres discutir, dar un fuerte portazo y no hablarse durante días.
Sólo Tú sabes qué difícil es cuando me doy cuenta de que los demás se burlan de mí y me excluyen de las fiestas.
Sólo Tú sabes qué significa ser pobre y tener que renunciar a lo que tienen mis amigos.
Sólo Tú sabes qué difícil es liberarse de un secreto que me hace mucho daño y no saber a quién decírselo por miedo a que me traicionen, me acusen o no me crean.
Querido buen Jesús: Tú has sido un niño como yo, también Tú has jugado y tal vez te has caído y te has hecho daño; también Tú has ido a la escuela y quizás alguno de tus deberes no te salió bien; también Tú has tenido una mamá y un papá y sabes que a veces no tengo muchas ganas de obedecer cuando me dicen que haga las tareas, que saque la basura, que tienda la cama y que ordene la habitación; también tú has ido a catequesis y a rezar y sabes que no siempre voy muy contento.
Mi querido buen Jesús: Tú sabes sobre todo que en el mundo hay niños que no tienen para comer, que no tienen formación, que son explotados y obligados a ir a la guerra.
Ayúdanos a cargar con nuestras cruces cada día como Tú cargaste con la tuya. Ayúdanos a ser cada vez más buenos, a ser como Tú nos quieres. Y te agradezco porque sé que siempre estás cerca de mí y que nunca me abandonas, sobre todo cuando tengo más miedo, y porque has enviado a mi Ángel custodio que cada día me protege e ilumina. Amén.