Rigo: amores, caídas y triunfos | Capítulo 02 | El dolor de una partida
Rigoberto Urán siguió con el negocio del chance de su papá y así sacó adelante a su familia.
Rigoberto Urán confesó que no tuvo el valor de ver a su papá en su último día. El ciclista optó por quedarse con un recuerdo bonito de don Rigoberto Urán de cuando estaba vivo. “Me quedo con el momento de mi papá vivo”, dijo.
Doña Aracely Urán se quedó con las dudas de por qué sucedió eso con su esposo, pues él no tenía problema de ninguna clase y dejó los niños muy pequeños.
Rigoberto Urán recuerda qué pasó el día en que su papá falleció
En el capítulo 02 de Rigo: amores, caídas y triunfos, el deportista contó que ese cuatro de agosto de 2001 él no pudo ir a entrenar porque tenía un compromiso en el colegio. De hecho, agradece que no hubiera estado.
El toro de Urrao confesó que asistió a terapias para superar el dolor que le dejó la partida de su papá.
En su visita a su pueblo natal, Rigoberto se encontró con varios conocidos y cada uno de ellos contó lo que recordaba de su papá y de lo que sucedió hace más de dos décadas. No hay testigos directos del hecho, pero si hay varias historias sobre lo que pudo haber pasado.
Lo cierto es que quedaron muchas preguntas sin respuestas y el vacío de la partida fue insuperable. Los Urán lloraron a don Rigoberto y él sigue estando presente en cada día de sus familiares, así como en cada caída y triunfo de su hijo.
Los Urán y el negocio del chance de don Rigoberto
El ciclista contó que a pesar de lo difícil que fue la muerte de su papá, ellos debían seguir, pues había deudas y gastos por cubrir. El Sr. Urán murió un viernes y el lunes, sólo tres días después, Rigoberto empezó a vender el chance. Asumió el negocio de su papá.
“Vienen más problemas. Mi infancia se pierde, se pierde toda. Comienza una vida diferente para mí”, sostuvo Rigoberto.
Otra decisión que tomó fue seguir con el ciclismo por su papá. Dos meses después de ese 4 de agosto, Rigoberto Urán participó en su primera carrera: la clásica de Urrao. Ganó por primera vez y su triunfo se lo dedico a su papá: don Rigoberto Urán. Un instante en el que se mezcló la alegría y la tristeza.