La hazaña de Índigo que se perdió Camilo durante un corto viaje
El cantante, tuvo que viajar solo a cumplir compromisos y fue durante ese tiempo que su hija hizo algo especial.
El cantante colombiano Camilo Echeverry ha dado mucho de qué hablar con su esposa, la cantante y actriz venezolana, Evaluna Montaner, por su particular forma de llevar su relación y su paternidad, esto porque como familia han tomado importantes decisiones, una de ellas, no mostrar el rostro de su hija hasta que ella esté más grande y tome esa decisión.
Pero no solo ha sido el tema de la privacidad con su identidad, recientemente causó revuelo en las redes sociales el hecho de que la pareja ‘Echeverry Montaner’ el hecho de que la crianza de su hija fuera como no binaria, para respetar la autonomía de Índigo bajo la neutralidad del género, es decir aquellas que no se identifican ni con el género masculino ni femenino.
También porque desde su matrimonio, la pareja no pasa un momento lejos el uno de otro, precisamente, sus fans han criticado esa faceta y en diferentes ocasiones han catalogado a la familia como ‘tóxica’ por haber hecho parte de sus presentaciones en sus ultimas giras.
La hazaña de índigo que se perdió Camilo
Pero, para el intérprete de ‘Ropa cara’ estar al lado de su familia y vivir de cerca cada etapa de su pequeña hija le llena el corazón, precisamente, durante una entrevista, le preguntaron a Camilo si se ha perdido de algún momento importante de su hija por el trabajo, el por supuesto aclaró que en la medida de lo posible siempre está junto a su familia, sin embargo, solo hubo una excepción en la que no y esto pasó:
“No porque ella al viajar conmigo lo que me pierdo es nada, me pierdo los minutos que estoy en el escenario, pero el otro día sí, porque estábamos justamente esperando a Apolo que es el hijo de Mao con Sara, Evaluna se quedó en Miami representando la familia y yo tuve que ir a dos conciertos sin ella, los primeros tres días en que me despego de mi esposa y mi hija y cuando volví mi hija estaba haciendo unas cosas con las manos nuevas y todo y yo dije: pero, tres días, o sea la gente que se va a un viaje…”
Estaba saludando con la mano, y cuándo yo me fui estaba empezando a hacerlo y ahora ya está, le falta decir, buenas, siga… Me lo perdí, y yo dije, no más, no vuelvo a viajar sin ellas