La Liendra se robó aplausos por pagar la deuda de un conductor
El cafetero no tuvo reparo en saldar los gastos de un trabajador que chocó su auto mientras lo transportaba.
Si por algo ha llamado la atención el creador de contenido cafetero Mauricio Gómez, mejor conocido como 'La Liendra' es por sus contenidos de humor, por su relación con la influencer y empresaria antioqueña Dani Duke y por su noble corazón para ayudar a personas vulnerables.
No te pierdas: La reacción de Dani Duke al ver que La Liendra eligió a CR7 por encima de ella
Como muestra de ello, está el más reciente caso que se hizo público en sus redes, donde mostró que durante su estadía del fin de semana en la ciudad de Bogotá, tomó un servicio de transporte por app para ir a desayunar junto a su pareja y amigos. Sin embargo, de camino el coductor sufrió un accidente, que al parecer, no tenía como saldar.
Eavemaria mirá, veníamos en un uber y el uber se estrelló miren que vuelta tan salada, nuestro uber se estrelló con un carro...el uber cometió un error y se estrelló, pero no se asare, vaya mire qué sucedió y mire cuánto es.
No dejes de leer: El candente homenaje de Dani Duke a Luisa Fernanda W en su cumpleaños
La Liendra se hizo cargo de la deuda del conductor
Como se puede evidenciar en los clips, el arreglo entre los conductores implicados no estaba en los mejores términos, sobre todo, porque el que lo transportaba parecía no tener con qué responder. Sin embargo, Mauricio aprovechó la compañía de sus amigos, para pedirles que le prestaran efectivo para él hacerse cargo de los gastos.
Le repito, vaya mire qué sucedió y mire cuánto es, amigo, ¿pero se le dañó muy feo? relájese vea, parcero mire cuánto es, pregúntele cuánto es, dígame cuánto es y yo le calaboro, n adie sale queriéndose chocar...vi que el pana no tenía con qué responder entonces le pagamos el choque para que siguiera trabajando y nos llevara a desayunar el que hambre era mucha.
Tras esto, el cafetero se ofreció en comienzo a traferir el dinero de los gastos, pero una de sus amigas le prestó efectivo para saldar. Culminó pagando y aconsejando al otro conductor para que también aprendiera a recibir estas cosas con calma, por más ira que pueda darle.
Cerró aconsejándole a su conductor que también debía andar con más cuidado, sobre todo en las caóticas vías de la capital del país y por fin pudo llegar a desayunar como quería.