Salvador, hijo de Mateo y Melina, enterneció con sus “tatuajes”
El pequeño quiso parecerse a su padre y llenó sus brazos con lo que, para él, son tatuajes.
Como muchos saben, el deportista de alto rendimiento Mateo Carvajal y la hermosa presentadora Melina Ramírez conformaron hace algunos años una de las parejas más sonadas y queridas de la farándula nacional que lamentablemente para sus seguidores, tras un tiempo de relación y un embarazo de por medio, llegó a su fin de manera sorpresiva.
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Sin embargo, la pareja supo manejar la delicada situación y al día de hoy disfrutan de una custodia compartida, en donde el pequeño Salvador puede disfrutar de la compañía de sus padres cada cierto tiempo, pues recordemos que, aunque el infante vive con su madre, suele viajar a Medellín para compartir con su papá.
De hecho, hace pocos días, Salvador llegó a casa de Mateo para pasar una parte de las festividades decembrinas junto a él, pues muchos aseguran que, para este año, la pareja habría decidido que Salvador pasar la navidad con su papá y año nuevo con su mamá.
Ahora bien, desde su llegada, padre e hijo han realizado diversas actividades juntos, como conciertos privados para los juguetes de Salvador o enfrentamientos de lucha libre. Sin embargo, el pequeño quiso realizar algo por sí solo para sorprender a Mateo, pues así lo mostró el influenciador, por medio de sus redes sociales.
Salvador presumió sus tatuajes
A través de las historias de su cuenta oficial de Instagram, en donde acumula cerca de cuatro millones y medio de seguidores, el creador de contenido fitness compartió un par de audiovisuales en el que se le ve al pequeño presumiendo los tatuajes que se realizó con un marcador rojo a lo largo de sus brazos, y hasta contó qué significaba cada uno de ellos.
“Cuéntame la historia de esos tatuajes, qué significan”, le pregunta Mateo a Salvador, a lo que el pequeño responde con la historia de unos hombres que salvan a una mujer en peligro. Además de esto, Mateo le pregunta lo que significan los puntos que tiene en el mismo lugar topándose con una inesperada respuesta: “un tigre y un león”.
Tras varios minutos de dibujar sus tatuajes, el pequeño se dispone a enseñárselos a su abuela Celi, quien reacciona muy sorprendida y enamorada de su nieto.